Los paradigmas entorno al dinero, algo que podría ser la principal razón de los actuales problemas financieros que enfrentas.
Para comenzar este post, definiré la palabra “Paradigma” como aquella creencia o ejemplo que es parte de nuestra vida cotidiana, sin conocer su fundamento u origen. Eso no quiere decir que la creencia sea mala, más bien abre la puerta para que evalúes la posibilidad de que lo que tuvo sentido en el pasado, ya no aplique para estos días.
Un ejemplo de esto es: “El postre se sirve al final”. En una oportunidad, almorzando con un antiguo jefe, miré mi bandeja ya servida y noté que el postre era helado. Como el plato de fondo y la entrada aún estaban muy calientes para mi gusto, comencé por el postre (En lo personal, encuentro que no tiene gracia tomar helado derretido). Inmediatamente mi acompañante me miró extraño, no entendía por qué había comenzado por el postre. Fue entonces que me pregunté el origen del orden de la comida y le dije “que el postre vaya al final es un paradigma”, es decir, una costumbre que se aprende, se adopta y no se cuestiona, a pesar de que se ignora su origen.
Para que no me malentiendas, no estoy queriendo decir que cambies la costumbre, sólo trato de ilustrar que hay muchas creencias y cosas que hacemos sin saber el porqué.
Entre los muchos paradigmas de la actualidad, los que se refieren al dinero son algunos de los más fuertes. He conocido muchísima gente que cree que el dinero corrompe a las personas, incluso, si ahondamos un poco más, hay quienes le atribuyen características humanas: malo, sucio, escaso, volátil, esclavizante, corrupto, etc., siendo que se trata simplemente de un bien aceptado como medio de intercambio en nuestra economía.
También existen creencias arraigadas sobre la gente que tiene dinero, tales como que son avaros, sin corazón, ladrones, infelices, explotadores, codiciosos, deshonestos, altaneros e incluso, que deben estar involucrados en algún acto ilegal, como el narcotráfico. En esta parte voy a citar a Will Smith, quien refleja exactamente lo que pienso al respecto:
La gente rica no ha sido corrompida por el dinero, ya que éste no tiene características propias, simplemente se trata de personas de carne y hueso, que, tal como puede ocurrir con alguien más pobre que ellos, pueden ser “buenos” o “malos”.
Otro paradigma que quiero destacar es “eso no es para mí”. Cuando era niña, mi padre me inscribió en un colegio de pago para que tuviera una mejor educación y, poco antes de comenzar el año escolar, me dijo: “Habrán muchas cosas que tus compañ[email protected] tendrán y que no podrás recibir, espero puedas lidiar con eso”. Me quedó dando vueltas la idea ¿qué serían esas cosas que yo no podría tener? ¿qué podía ser eso tan imposible e inalcanzable?. Después de un tiempo, me dí cuenta de que nunca sufrí una frustración, porque nada me parecía muy lejano y obvié la advertencia de mi padre. En este ejemplo, mi personalidad me salvó de caer en la creencia de “eso no es para mí”, sin embargo, hay muchos otros casos donde vemos a personas que alejan de su realidad el hecho de verse con dinero, pensando que las condiciones en las que nacieron o han vivido los condenan a nunca optar a una vida como esa. Finalmente y por esa razón, ni siquiera se dan la molestia de intentarlo.
Ahora, ¿cómo te pueden afectar estas creencias? En caso de que tengas nociones o sentimientos negativos acerca del dinero o la gente que lo posee, es muy probable entonces que vivas con déficit de dinero o preocupado por él. Es lógico, puesto que nunca te convertirás en alguien que no quieres ser o a quién no admires o tendrás algo que no te gusta, ya sea esta percepción consciente o inconsciente. Asimila el caso de cómo ves a una persona rica v/s a un ladrón, si sientes rechazo a los ladrones ¿querrías convertirte en uno?
Y quiero aclarar por qué frena tu prosperidad si ves al dinero como algo malo: Cuando quieras conseguir más, es decir, un aumento, vender tu producto u ofrecer un servicio, te dará vergüenza, porque crees que el dinero es malo y pedirlo a cambio de algo te haría entonces una persona desagradable desde tu punto de vista. Yo considero que es justo, si estoy haciendo un buen trabajo u ofrezco algo que realmente traerá beneficios no tengo ningún problema en cobrar lo que vale y así ambas partes quedamos contentas.
Recuerda que el dinero es un medio para un fin, mientras más poseas, más cosas provechosas puedes brindar a tu alrededor. Aquí es donde entra tu propósito en juego otra vez: si tu motivación es noble, tener más dinero no tendría por qué convertirte en alguien con los estereotipos que se mencionaron, simplemente serás tú con más dinero y mayor capacidad de acción.
En la misma línea, si crees que una vida abundante no es para ti, jamás lo intentarás de verdad y serás tu primera y más fuerte traba para alcanzar tus objetivos.
La invitación de hoy es a reflexionar sobre la relación y creencias respecto al dinero que tú tienes, porque puede que, sin percibirlo, lo hayas alejado de ti y que esa sea la causa de los actuales problemas monetarios que enfrentas.