Algo inevitable, por lo que es mejor aprender a convivir con él y utilizarlo a tu favor.
“Miedo”, una palabra muy fuerte en la vida de cualquier persona, que se refiere a la sensación originada por tu imperativo instinto de supervivencia, siendo fundamental para nuestra especie en épocas pasadas, remotas y de ambientes muy hostiles, cuando el hombre cazaba y la mujer se hacía cargo de recolectar y cuidar a los hijos.
Sin embargo, el mundo de hoy no tiene mucho que ver con el de aquella época, ya no nos vemos amenazados por peligrosas criaturas que quieren devorarnos, nuestro método de alimentación es muy seguro y la expectativa de vida humana ha aumentado considerablemente gracias a nuevas tecnologías. No obstante a lo anterior, el miedo aún está presente en nuestras vidas y con la misma fuerza, siempre invitándonos a quedarnos con la seguridad y lo conocido, porque nuestro subconsciente aún cree que esa es la mejor manera para sobrevivir.
Ojo con la palabra subconsciente, la destaqué precisamente porque yo misma he sido víctima del miedo sin siquiera notarlo, es decir, he estado a punto de boicotear oportunidades de inversión muy buenas y estudiadas, producto de que el miedo se adueñaba de mis pensamientos, haciéndome inventar cualquier excusa razonable para no tomar el “riesgo”.
Gracias a mi experiencia personal, pude deducir 3 cosas muy importantes acerca del miedo:
- Es inevitable: Si aspiras vivir una vida feliz y sin frustraciones, es inevitable. El miedo se hace presente cada vez que enfrentas una situación nueva o ves que algo que es importante para ti lleva un riesgo anexo. Es una reacción completamente natural del cuerpo, que te prepara para atacar o huir. Por más que intentes controlar todas las variables de un determinado escenario, luchará por hacerte desistir para mantenerte “a salvo”.
- Se confunde: Muchas veces el miedo mismo se esconde tras emociones asociadas, como lo son la desconfianza, la pereza, el conformismo, entre otras. Esto sucede particularmente porque las últimas son más fáciles aceptar: es mucho mejor pensar que estás conforme con una situación, en lugar de asumir que te da miedo enfrentar una nueva, como muchas veces sucede al plantearse dejar el actual empleo.
- Tiene potencial de norte en tu brújula personal: Como expuse antes, cuando sientes miedo, muchas veces es por enfrentar situaciones nuevas o desconocidas, por lo que se vuelve un buen indicador de la dirección correcta para expandir tus horizontes. Además, recuerda que sólo viene si la situación importa para ti, por lo que debería estimularte a continuar, ya que abarcarás un ámbito relevante de tu vida.
Todo lo anterior tiene el objeto de que aprendas a lidiar con el miedo, ya que si estás lo suficientemente preparado para una situación en particular, corresponde tomarlo como un indicio de que estás haciendo lo correcto y no deberías permitir que te paralice o te haga desistir.
Para finalizar, te dejaré planteada la siguiente pregunta: “¿Cuántas cosas has perdido por miedo a perder?” (Paulo Cohelo).